domingo, 16 de junio de 2024

La Importancia y lo dificil de Ser Padre.

 Ser padre es una experiencia única y trascendental, no importa la época del año ni la etapa de la vida. Cada momento, cada sonrisa y cada lágrima compartida construyen un vínculo inquebrantable entre un padre y su hija. Desde el instante en que sostuve a mi pequeña por primera vez, supe que mi vida cambiaría para siempre. Sus primeras palabras, sus pasos vacilantes y hasta sus travesuras me llenaban de un amor indescriptible. Ser padre me enseñó la verdadera esencia de la vida: el sacrificio, la paciencia y, sobre todo, el amor incondicional.


A lo largo de los años, mi hija también ha cambiado mi vida de maneras que nunca imaginé. Su risa iluminaba mis días más oscuros y su abrazo me recordaba lo que realmente importa. Verla crecer y convertirse en una persona increíblemente fuerte y valiente es, sin duda, uno de mis mayores logros. Sin embargo, la vida no siempre es fácil y a veces, por circunstancias que escapan de nuestro control, nos encontramos separados por cientos de kilómetros. La distancia física se convierte en una barrera dolorosa, y el anhelo de estar juntos se transforma en tristeza y frustración.


La distancia trae consigo retos difíciles de superar. La falta de comunicación y el distanciamiento emocional pueden erosionar lentamente la relación que tanto trabajo nos costó construir. Recuerdo noches enteras sin poder dormir, preocupado por no estar allí cuando mi hija me necesitaba. La tristeza y el enojo se convierten en compañeros constantes, afectando mi ánimo y mi capacidad para disfrutar de las cosas que antes me hacían feliz.


A veces, el dolor de la separación es tan grande que parece imposible de soportar. La ausencia de mi hija me dejaba un vacío que ninguna otra cosa podía llenar. Sentía que, sin ella, mi vida perdía su propósito y mi motivación se desvanecía. Me consumía la culpa por no poder estar a su lado y temía que nuestra relación se desmoronara irremediablemente. La distancia no solo afecta el corazón, también mina la mente y el espíritu.


No obstante, ser padre significa también encontrar la fuerza para seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles. Aunque la distancia y la falta de comunicación puedan amenazar nuestra relación, nunca dejo de luchar por ese vínculo tan especial. La esperanza de que algún día podamos estar juntos de nuevo y compartir todo lo que nos hemos perdido es lo que me mantiene en pie. Ser padre no se trata solo de estar presente físicamente, sino de estar siempre dispuesto a ofrecer amor y apoyo, sin importar las circunstancias.


Al final, ser padre es un viaje lleno de altibajos, pero cada desafío, cada lágrima y cada sonrisa valen la pena. El amor que siento por mi hija es el motor que impulsa mi vida, y aunque la distancia nos separe, nunca dejaré de luchar por nuestra relación. Es muy difícil? si... duele? demasiado... pero sigo ahi esperando.




martes, 13 de febrero de 2024

¡El Comienzo de una Nueva Aventura en PAYJOY!

 Desde hace dos semanas, mi vida ha experimentado un cambio radical y emocionante. ¡He comenzado a trabajar en PAYJOY, y la emoción que siento es indescriptible! Después de siete largos meses de frustración y ansiedad por no tener empleo, finalmente puedo decir que he encontrado mi nuevo hogar en esta increíble empresa financiera.


Cada día que paso en PAYJOY es una nueva oportunidad para aprender y crecer. Desde el momento en que entré por esas puertas, supe que estaba en el lugar correcto. El ambiente vibrante y lleno de energía me da la motivación que necesito para enfrentar cualquier desafío que se presente.


Después de tanto tiempo buscando, finalmente puedo decir que he encontrado un propósito y una dirección claros. La sensación de contribuir con un equipo talentoso y apasionado es incomparable. Cada proyecto en el que trabajo me desafía a ser mejor y a superar mis límites.


Sin embargo, no puedo evitar recordar los meses de incertidumbre y desesperación que experimenté antes de llegar aquí. La frustración de enviar currículums una y otra vez, las interminables entrevistas que parecían no llevar a ninguna parte, y la sensación de estancamiento que acompañaba cada día sin trabajo. Pero ahora, todas esas luchas parecen pequeñas en comparación con la gratificación de estar en PAYJOY.


Mi tiempo en PAYJOY apenas está comenzando, pero ya puedo sentir que será una experiencia transformadora. Estoy emocionado por lo que el futuro tiene reservado para mí en esta empresa innovadora y dinámica. Aquí es donde pertenezco, y estoy listo para aprovechar al máximo esta emocionante nueva etapa en mi vida profesional.


Así que aquí estoy, listo para enfrentar los desafíos que se presenten, aprovechar las oportunidades que se me presenten y crecer tanto personal como profesionalmente. ¡El viaje en PAYJOY acaba de comenzar, y estoy emocionado de ser parte de él!

viernes, 19 de enero de 2024

Miedos y Desesperanza: Navegando una Fractura Emocional

En el silencio de la distancia, mi corazón late al ritmo lento de la tristeza. Desde aquel efímero encuentro en mayo del año pasado, el tiempo parece haber tejido una red invisible entre mi hija y yo, una red que va más allá de las millas y se adentra en el terreno frágil de los corazones fracturados.


La ansiedad se apodera de mí al contemplar la posibilidad de que los lazos que nos unen se deshilachen, especialmente en medio de la pre-pubertad que se asoma. El miedo, ese oscuro compañero, se instala en mi pecho, susurrándome temores de un futuro donde mi hija elija alejarse por completo.


Las voces que intentan consolarme susurran promesas de que ella comprenderá la situación, de que eventualmente buscará el abrazo paternal. Sin embargo, la pregunta persiste, persiste como un eco incierto en mi mente: ¿hasta cuándo debo esperar? ¿Hasta que el reloj de la vida marque 30 años?


En los momentos de desaliento, la tentación de rendirme se vuelve abrumadora. ¿Qué sentido tiene aferrarme a la esperanza si las puertas parecen cerrarse cada vez más? Me veo a mí mismo desgastado, construyendo castillos en el aire donde ella me ama, donde al menos me quiere.


Pero hay una voz, un susurro de resistencia dentro de mí, que se niega a aceptar la derrota. Mi hija, mi pequeña vida, tiene un padre que la espera, incluso si en este momento no lo sabe. Aunque el camino sea tormentoso y el horizonte esté nublado, sigo aquí, aferrándome a la creencia de que el amor, tarde o temprano, despejará la bruma que separa nuestros corazones.


Y si, por alguna casualidad del destino, mi hija llega a leer estas palabras, quiero que sepa que siempre la he amado, la amo en este momento y la amaré siempre. Este post es un eco de mis sentimientos, un grito sutil que busca llegar a su corazón. Estoy aquí, no solo como un padre que añora el reencuentro, sino como un confidente dispuesto a escucharla en cada paso de su camino. Mi amor por ti trasciende las palabras escritas; es un lazo irrompible que perdura a pesar de las distancias. Estoy aquí para ti, para apoyarte en todo lo que esté a mi alcance, con brazos abiertos y un corazón que late con el deseo sincero de verte florecer.

TU PAPÁ.