Palabras de amor y desesperanza de un padre a una hija.

 Mi querida Maryfer:

 

Hoy decidí escribirte estas palabras porque a veces es más fácil decir todo lo que uno siente con el corazón en la mano y sin interrupciones, y lo primero que quiero que sepas es que ser tu papá ha sido lo más increíble, lo más grandioso y lo más revolucionario que me ha pasado en la vida. Desde que llegaste, todo cambió para bien, me has enseñado lo que es el amor de verdad, el amor puro… el que no espera nada a cambio más que una sonrisa tuya, un abrazo, una palabra.

 

Me siento muy orgulloso de ti, cada día, de lo que eres, de lo que haces, de lo que estás construyendo por ti misma, ¿sabes? a veces me sorprendo viendo cómo creces, cómo avanzas, y no puedo evitar sonreír, aunque no siempre pueda decírtelo o demostrártelo como quisiera; aunque no esté contigo todo el tiempo, aunque la distancia a veces parezca más grande de lo que debería, quiero que sepas que estoy al pendiente de ti, de lo que haces en la escuela, de cómo estás con tu familia, de tu día a día, siempre estoy pensando en ti, aunque estemos lejos o no nos veamos tan seguido.

 

No te voy a mentir mi hija hermosa... Estos últimos dos años han sido confusos para mí, me cuesta mucho trabajo no saber exactamente qué pasó, cuándo empezó ese distanciamiento entre tú y yo, antes éramos tan unidos, tan cercanos, y hoy no entiendo por qué ya no quieres hablarme o verme, Me cuesta trabajo entenderlo, y sé que tal vez tengas tus razones, pero solo quiero pedirte de corazón, que si algún día te sientes lista, podamos platicarlo, que podamos sentarnos con calma, mirarnos a los ojos y decirnos lo que sentimos a compañados de una comida o un café, no para reclamar, no para juzgar, sino para entendernos, para ponernos en el mismo nivel y poder sanar, si es que hay algo que sanar.

 

También quiero ser sincero contigo, mi niña... A veces me ilusiono pensando que vamos a volver a vernos como antes, que vas a escribirme, que me vas a llamar o que vamos a pasar tiempo juntos como cuando todo era más simple, pero también necesito saber si tú quieres eso, si todavía tienes ganas de seguir viéndome o si ya no, obvio no quiero hacerme falsas esperanzas, y no lo digo con reproche, sino con la verdad de alguien que te ama y no quiere quedarse en el aire, sin saber.

 

Y más allá de todo esto, hay algo que nunca va a cambiar, pase lo que pase: te amo con toda mi vida, para mí tú eres mi mundo, mi motor, mi alegría, mi todo, no hay un solo día en que no piense en ti, en lo afortunado que soy por ser tu papá, no quiero perderte, Maryfer, no quiero que nuestra historia termine con un silencio, quiero que sepas que aquí estoy, que siempre voy a estar, con los brazos abiertos, con el corazón dispuesto y con un amor que no se acaba.

 

Te amo con toda mi alma.

 

Con todo mi corazón,

Tu papá el que siempre te ama.